Cuando un ingrediente está clasificado como tóxico para la reproducción, significa que se ha demostrado científicamente que puede afectar la fertilidad o el desarrollo del feto en mujeres embarazadas. Esta clasificación proviene de estudios en humanos o animales y se basa en los efectos negativos observados en el sistema reproductivo.

En términos regulatorios, la Unión Europea los clasifica bajo la categoría CMR (Cancerígenos, Mutagénicos o Tóxicos para la Reproducción). Dentro de esta clasificación, un ingrediente puede pertenecer a una de estas categorías según el nivel de evidencia científica:

  1. Tóxico para la reproducción categoría 1A
    🔸 Hay evidencia sólida en humanos de que el ingrediente causa problemas de fertilidad o daño fetal.
    🔸 Ejemplo: Plomo y ciertos ftalatos (DBP y DEHP).
  2. Tóxico para la reproducción categoría 1B
    🔸 Hay evidencia en animales y se considera probable que tenga el mismo efecto en humanos.
    🔸 Ejemplo: Butilfenilmetilpropional (Lilial), formaldehído.
  3. Tóxico para la reproducción categoría 2
    🔸 Hay sospechas basadas en algunos estudios, pero no es concluyente.
    🔸 Ejemplo: Algunos conservantes y fragancias en estudio.

¿Qué efectos puede causar un ingrediente tóxico para la reproducción?

📌 Reducción de la fertilidad: Puede afectar la producción de espermatozoides en hombres o la ovulación en mujeres.
📌 Riesgo de malformaciones congénitas: Si una mujer embarazada usa un producto con estos ingredientes, puede afectar el desarrollo del feto.
📌 Alteraciones hormonales: Algunos ingredientes interfieren con el sistema endocrino y pueden afectar la pubertad, el ciclo menstrual o la calidad del esperma.

En la UE, si un ingrediente es clasificado como tóxico para la reproducción 1A o 1B, es prohibido o severamente restringido en productos cosméticos. En Latinoamérica, muchos de estos ingredientes aún son permitidos, aunque algunos países han empezado a regularlos.